La música ha sido una base fundamental en nuestras vidas, con ella podemos alcanzar nuestra armonía e identidad; la música es reflejo de los espíritus y el bolero una puerta de entrada al alma.
A través de la música sabemos de tradiciones, de amores, de desamores y con ella completamos un estado de identidad, sin el cual es imposible estar bien con uno mismo.
Cada pueblo tiene su esencia que la transmite de diferentes maneras a lo que nosotros llamamos ritmos, uno de ellos es precisamente el Bolero, expresión romántica por excelencia de América, padre de muchos ritmos posteriores. Podemos decir que se gestó en las entrañas mismas del pueblo marginal y oprimido cuyo único capital era el que no se puede comprar o vender con dinero: sus sentimientos. Así trascendió creció hasta insertarse definitivamente sin distinción de clases o culturas.
El Bolero es tan real como la vida misma porque encierra cariño, locura, pasión, es la esencia de nuestra existencia, cada Bolero refleja un instante de la historia.